jueves, 10 de mayo de 2012
Que 20 años no es nada,KZ4 en The Roxy Fechas: 4 y 5/ 5/12 BandaInvitada : Alma Reina
Creanme hermanos y hermanas metaleros, que difícil se me hizo sentarme a escribir, esta rewiew en la cual intentaré deshacerme de mi rol de fan, sin perder la objetividad ahora bien, así como digo esto quiero que sepan que sino logro hacerlo realmente me tiene sin cuidado, ya que prefiero hacerlo desde el lado de un fan, y no de un crítico acartonado, soy de los que resaltan virtudes por sobre defectos.
Transcurrieron 20 años desde la separación de Kamikaze, y por lo que tuvimos oportunidad de presenciar los pasados 4 y 5 del corriente mes en el reducto del porteño barrio de Palermo, podemos parafrasear al tango y decir que 20 años no es nada, por que el espectáculo al cual asistimos de parte de KZ4, demostro la vigencia de 5 músicos de primer nivel, comandados por Enrique Gómez Yafal ( La voz del Metal Nacional), desde mi punto de vista, dos guitarristas eximios como Daniel Telis y Martín Knye y la base rítmica compuesta Por Horacio Pinasco, junto a la precisa y contundente batería de Claudio Parolari, en resumidas palabras un mix entre el Kamikaze que grabó “Víctima del Rock”, y el que Hizo Kamikaze3, o sea el verdadero espíritu Kamikaze.
El recinto elegido “The Roxy” resulto ser el marco ideal para la vuelta a la tablas de 5 talentosos, que se habían alejado de la misma como agrupación, pero permanecía intacta en la memoria colectiva de los fans que habían presenciado sus show en épocas de Glorias, y de nuevos espectadores que solo los sintieron nombrar, o se habían acercado a la banda a través de su discografía, sin embargo soy de los que piensan que en un estudio de grabación todo se arregla, y que una banda demuestra su valía mediante su desempeño sobre las tablas, que es allí donde el respetable público aprueba o desaprueba a la banda.
Durante los 2 días la banda elegida resulto ser la gente de Alma Reina, este quinteto práctica un hard rock en la vena de los máximos exponentes del genero, tanto a nivel nacional como a nivel Internacional, a nivel local la clara influencia viene por el lado de Rata Blanca, mientras que por el lado internacional de Whitesnake, la banda hizo lo suyo correctamente, pero sin brillar cumpliendo de esta forma su labor de precalentar el ambiente para el espectáculo, y momento histórico que estábamos a punto de presenciar, el retorno de una banda emblemática de la escena metalera vernácula.
A medida que se acercaba la hora señalada crecía la expectativa por parte de loa antiguos fans que buscaban reencontrase con una parte importante de su pasado musical y revivir viejas épocas de su más tierna juventud, simultáneamente quienes los veían por primera vez, se preguntaban estarán a la altura de su leyenda, ¿Cómo estará la voz de Yafal?, y Martín y Daniel ¿que tanto los afectaron sus respectivo Problemas de Salud?, en fin varias dudas, que minutos más tarde serían develadas, demostrándonos que nos hallábamos frente a una banda con mayúsculas, y no frente a una descolorida fotografía que añoraba épocas de gloria pasada, que ya no volverían y vaya que se equivocaron los que así pensaban.
Puntualmente 21y 15 se apagaron las luces, mientras sonaba la intro de “ Todo el tiempo vigilas”, se descorría el telón dejando ver un escenario vacío e iluminado, que se ocuparía gradualmente, el primero en salir fue Martín Knye ubicado a la derecha del escenario, mientras que a la izquierda se ubicaba el otro guitarrista el Señor Daniel Telis, para luego sucederle la salida del Bajista Horacio Pinasco, quien se ubico junto a Martín, para que finalmente haciendo una entrada triunfal tal cual a la de un general victorioso el centro del escenario fue tomado por la carismática figura de Enrique Gómez Yafal, quien con su prodigiosa voz comando una banda que sonó ensamblada a la perfección, como si nunca hubieran dejado de tocar, y no como todos los presentes sabemos estuvieron parados 20 años, desde los primeros acordes de los músicos, y palabras de Enrique el frenesí se apodero de la audiencia para ya no abandonarla más produciéndose una mancomunión entre la audiencia y la banda, que haría que este show estuviera destinado a perdurar en la memoria de los músicos y del público, demostrando esto que la gente anhelaba y precisaba la reunión de la banda que marco un antes y después en el Heavy Metal Argentino.
En un revival que no tendría desperdicio en ambas presentaciones, tras el tema de apertura la banda nos llevo en un viaje en el tiempo la banda acometió una serie de tema correspondiente a su 2do y tercer trabajo, la canción elegida para dar principio a este mayoritario material que conformaría el show, no fue otra que la muy en la vena de judas Priest, se titula “Rompiendo las barreras”, continuadamente se escucharon los acordes de “Cuando mueren las luces”, uno de mis absolutos preferidos de la discografía de la banda, para bajar un poco los decíbeles la agrupación interpretó “Tú voz, mi voz”, concatenadamente en Palermo se escucharon los acordes de “Lloviendo en mi corazón” creanme que esta canción pego profundamente en el alma y la piel de la audiencia, especialmente aquellos que están atravesando situaciones como la esgrimida por la letra de este temazo, le sucederían “Buscando el Cielo” Y “Pájaros de acero”, ese himno lleno de melodía y armonizaciones, para desembarcar en un clásico de clásicos “El responso del guerrero”, cantada a dúo por Yafal y la audiencia, tras la cual en un viaje en el tiempo la banda nos llevó a su primer trabajo discográfico, desempolvando otro favorito propio, como así también de la audiencia estoy hablando de “En el final”, de ahí en más se sucederían “Ciudad sin alma”, “La reina del rock and roll”, “Nacido en la Argentina”, ante lo cual y para dar por finalizado una primera parte de concierto antológico, Enrique preguntó : ¿Cuál falta del 2do disco?, un fan con un furibundo grito respondió “Víctima del Rock”, Yafal afirmo la respuesta y la banda despacho los acordes de este Himno para dar por finalizado un retorno a escena con toda la gloria, aún más que la que ellos mismos suponían, pero la gente no abandonaba el recinto, y querían más la banda accedió a volver y los clásicos elegidos fueron “Estaré de pie”, para dar broche de oro a una jornada histórica la banda acometió los acordes de “No me detendrán”, generalizando pogo que puso marco de oro a una noche memorable de la banda por excelencia del metal nacional que se dio el lujo de parar “Apenas” 20 años y volver como si nunca se hubieran ido.
Al analizar los desempeños individuales debo decir que la base rítmica de Pinasco y Parolari sonó precisa y contundente como en la viejas épocas, a la hora de destacar la labor de los guitarristas, quizás hoy en día Telis tenga más preponderancia que Knye a la hora de los solos, pero cuando lo llevaron a cabo al unísono lo hicieron de maravillas, para el final deje a es monstruo llamado Enrique Gómez Yafal, que pareciera ser como los buenos vinos el tiempo pasa y el canta mejor, por lo narrado en líneas anteriores me atrevo asegurar que el espíritu Kamikaze volvió para quedarse ocupando el lugar que se merece dentro del panorama local.
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