viernes, 29 de junio de 2012
Baron Rojo - Baron Rojo en Argentina Groove 23/06 /12
La jornada se inició con la Irrupción en el escenario del trío proveniente desde el Chaco llamado Spiritual, por entonces el recinto de Plaza Italia estaba raleado de la presencia de público masivo,pero esto no le impidió a los músicos brindar a los escasos espectadores 355 minutos de ben Heavy /hard con algún dejo folklórico, si bien todos los músicos hicieron lo suyo a la perfección, merece destacarse la labor de su guitarrista y vocalista, en ambos rubros se lucio con la guitarra desgrano solos de notable factura, y como cantante demostró poseer una voz potente y llena de color resumidamente una más que correcta presentación de los chaqueños.
La segunda banda en en subir al escenario de Groove se trato de Abeydon, banda de la cual tenía excelentes referencias, y por lo visto esa noche no me habían mentido en lo más mínimo comandados por ese gran Frotman y vocalista que resulto ser Dario Achcar, secundado por la filosa y sentida guitarra de Diego Sanchez, apoyados en la sólida base conformada por : Marcelo Ferreira (Bajo) y Fernando Palamara (Batería, quienes durante su set de excelente heavy metal ochentero, con toques de power metal lograron movilizar a la Audiencia por primera vez especialmente durante los cover de "The Evil that men do" (Iron Maiden) y Electric Eye (Judas Priest), actuaciones como esta son las que le deparan a esta promisoria banda un auspicioso futuro.
A continuación irrumpió sobre las tablas de Groove la veterana banda Le Fou, compuesta por ese notable vocalista llamado Pol Gimenez,el guitarrista Adrián Reinoso encargado de ejecutar riff y solos de vieja escuela ochentera, y una contundente base rítmica integrada por Oscar Gonzalez y ese potente y preciso Baterista llamado Walter "Pino" Cuevas, la banda realizo un correcto set de Heavy/Hard rock ochentero basado en el material de su última producción "Sueños Encerrados",lo que me es difícil de creer es que semejante banda no tenga un reconocimiento mayor dentro de la escena local.
Finalmente acometió en el escenario la banda Paranoia, cultores de un heavy /Thrahs ochentero, que fue bien recibido por la audiencia,pero provoco en este cronista un tedio fenomenal, ya que a mi criterio su propuesta poco tiene que ver con la propuesta de la banda central. hubiera resultado más apropiado que el cierre hubiera estado a cargo de Le Fou, o los mismos Abeydon uds elijan amigos.
Fue increíble como Groove lleno a estas alturas pareció despertar durante la previa de los últimos minutos y comenzó a saltar y cantar en masa el tema Barón Rojo de la banda liderada por los hermanos de Castro, ya ansiosos por recibir la tremenda fiesta que nos esperaba. Y al fin, la espera ya había terminado: A las 21:38 salía a escena Barón Rojo, interpretando la canción que da nombre a la banda y dejando el coro al público que no tuvo problemas en responder. Ya desde el primer tema la banda dejaba en claro su fuerte: Una energía y poder que no se basa en grandes escenagrafiías o espectáculos de luces. No señores, esto se trataba de la esencia del Rock & Roll, de letras sencillas y al hueso con las que cualquiera que se considere rockero se siente identificado de manera inmediata. Una cátedra de Rock y que sólo 30 años de experiencia en las pistas puede lograr, cosa que los más veteranos del público disfrutaron con nostalgia y los más jóvenes aprendían y tomaban nota.
La fiesta siguió con Al final, Perderán y la celebrada Larga Vida al Rock & Roll de su disco del mismo nombre de 1981. Continuaron con Las Flores del Mal e Inconmunicación, ambas del tremendo “Volumen Brutal”. Esta última terminó con un solo de armónica por parte de Carlos de Castro, seguido por un solo de guitarra de su hermano Armando, demostrando la versatilidad musical de ambos. Si bien, debido a la cantidad de clásicos con que cuenta Barón Rojo en su repertorio, me es difícil hablar de puntos altos en su presentación. Me atrevo a decir que uno de estos fue El Malo de su disco “Metalmorfosis“, recibida con euforia por el público y en donde se dejó nuevamente el coro al poder de nuestras gargantas.
Con la segunda mitad del show vino la parte más arrolladora y apasionad. El recinto de Plaza Italia simplemente se vino a bajo con Hermano del Rock & Roll y Concierto para Ellos, seguido de un duelo de guitarra v/s bajo por parte de Gorka Alegre y Armando como introducción a Cuerdas de Acero. Debo reconocer que me emocioné bastante con esta última al recordar a mi más fiel compañera en la vida, y de cualquiera que sepa lo hermoso que es tocar guitarra, mientras cantaba al son del coro: “Y tú, tormenta de trueno sin luz, eres símbolo de libertad, yo nunca podría vivir sin tus cuerdas de acero tocar” y por las caras que veía alrededor mío, puedo apostar que no fui el
único.
Con las Botas Sucias marcó la continuación de la noche del Rock & Roll hispano, antecediendo a lo que sería otra de las más cantadas de la noche: “Los Rockeros Van al Infierno”, mezcladas para sorpresa del público con You’ve Got Another Thing Comin’ de Judas Priest y Lick It Up de Kiss. En medio de éstas, Armando se dio el tiempo de presentar a los miembros que por primera vez tocaban en suelo Argentino Gorka Alegre en el bajo y Rafa Díaz en la batería, además de agradecer a la audiencia por la tremenda entrega que llevaba hasta ese minuto.
Al terminar esta canción, la banda abandonó el escenario por unos segundos para darnos un respiro. Una falsa salida que nadie creyó, eran muchos los clásicos que faltaban y el público ya gritaba al unísono por el más importante de todos: Hijos de Caín. El grupo volvió al instante para cumplir el deseo de la gente e interpretar de manera magistral esta obra maestra del Rock en español. De verdad, creo que nunca había visto a un Teatro Caupolicán vibrar de esa manera. Si bien éramos cerca de 800 personas aproximadamente en cancha, era impresionante y conmovedor mirar a tu lado y ver como cada uno de los temas que ejecutaban los españoles era celebrada y coreada por sus fanáticos con el alma, siendo difícil a veces escuchar a la banda misma.
La velada ya estaba llegando a su fin con Se Escapa el Tiempo y Resisitiré, contrastadas notoriamente con la ultima canción que curiosamente fue una balada. No recuerdo a cuantos de los conciertos de Rock a los que he asistido han terminado con una balada, pero escuchar Siempre Estás Allí dedicada por parte de Armando a su fiel público argentino fue algo mágico, el broche perfecto para cerrar una gran noche que superó las expectativas de todos los que asistimos.
Sin duda, lo que demostró Barón Rojo en esta velada fue algo único. A pesar de llevar ya 30 años en las pistas, la potencia de esta banda sigue intacta. Si bien muchos hubieran deseado ver a la banda con su formación original en conjunto con Sherpa y Hermes, los hermanos De Castro en conjunto con Gorka y Rafa saben perfectamente como dar una cátedra de lo que es hacer una presentación de Rock & Roll simple, sencilla y brutal a la vez. ¡Larga Vida al Barón!
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